Las primeras tareas del niño, ¿cómo ayudarlo?

Cargar un dibujo para colorear en la casa, no olvidar una carpeta, recordar en qué consiste la tarea son responsabilidades muy grandes para un niño en edad preescolar, que no solo le desarrollan habilidades sino que lo forman.

No todos los educadores están de acuerdo con dejar tareas en esta etapa escolar, pero quienes sí las consideran necesarias, muchas veces buscan que los alumnos aprendan rutinas, a recordar, y a llevar y traer.

Esta forma de pensar no necesariamente busca enseñar a pintar o a memorizar los números, por ejemplo, sino darles a los niños herramientas que estimulan su desarrollo de acuerdo con su edad. En estos casos, lo mejor es dejar que sea el niño quien realice su trabajo solo. Otros jardines, en cambio, dejan tareas con la finalidad de repasar conocimientos, casos en los que, muchas veces, los niños necesitan ayuda de sus padres. En cualquier caso, lo que usted debe tener en cuenta es:

  • Procurar que el niño haga sus trabajos en casa cuando esté descansado, sin hambre y sin sueño.
  • Buscar un lugar limpio para que él trabaje y a su medida, que la silla no sea demasiado alto o bajita, por ejemplo.
  • Tener los elementos necesarios en un lugar que él conozca para que sienta que puede hacer sus tareas tranquilo.
  • Dejar que él haga su trabajo. No pretenda que los dibujos, por ejemplo, sean perfectos. La profesora notará que no los hizo el niño, cuando el objetivo es que sea él quien aprenda, puede llegar a creer que no es capaz y que lo que hace no tiene valor.
  • Relajarse. No tiene por qué sentir angustia por las tareas en edad preescolar. Por lo general, el niño está en capacidad de hacer el trabajo. Si esto no sucede, ayudarlo puede convertirse en una forma de diversión en familia.
  • Comunicar. Si siente alguna inquietud con las tareas, recuerde que una de las mejores herramientas para estar tranquilo en relación con la primera experiencia escolar de su hijo es hablar con los profesores del jardín. No tema preguntar y entender.
  • Valorar. Por muy pequeñas o sencillas que le parezcan las tareas de su hijo, para él son importantísimas, así que no las menosprecia ni le diga que son muy fáciles y tontas.
  • Enseñar que no solo el resultado del trabajo es importante, también el proceso para hacerlo. Por eso es clave que le permita al niño intentar, explorar y descubrir su propio método para resolver problemas.
  • Respetar. Las tareas no tienen que ser lo que usted esperaría de su hijo, sino lo que él hace con su sello personal. Deje que él niño se expresa a su manera.

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